viernes, diciembre 29, 2006

¡Feliz Año Nuevo!

De todo corazón, que 2007 sea el año que recordéis con especial cariño por olvidadizo en desgracias y por extraordinariamente cumplidor en deseos largamente anhelados.

Gracias a tod@s por estar ahí durante mi corta existencia como blogger. Espero que el año que entra nos siga manteniendo en contacto.

Un cálido abrazo.

lunes, diciembre 18, 2006

Entrega de condecoraciones

Aunque la votación tendría que haber sido pública y de todos los participantes, ha sido tan abrumadora la demostración de la ganadora que no ha sido necesario jurado ni votaciones.

Así pues, y en virtud de mi condición de organizador, inventor y patrocinador otorgo las siguientes distinciones:


A la ganadora sin paliativos de los dos juegos: BELLA COBARDE (enhorabuena).

A "lo importante es participar": KIKI POTAMUS (muchas gracias).

Al comentario sarcástico: EULALIA (¡cómo no!).

Al regreso tardío: ANGEL Y DEMONIO (gracias por el intento).

Al participante abstencionista: TODOS LOS DEMÁS (que seguro los ha habido).


Y como ganadora de los dos concursos, a BELLA COBARDE le corresponde (si lo desea, por supuesto) organizar el próximo pasatiempo. Esperamos tu respuesta.

P.D.: Perdonad el tiempo que he estado (y presumiblemente estaré) sin colgar ningún comentario. Estoy bastante liado en estas fechas. Un saludo a todos.

viernes, diciembre 08, 2006

El fragmento misterioso

Llega la Navidad y me vino a la memoria algo de lo que reproduzco sólo un párrafo:

"(.)Únicamente el niño pequeñito no había huído porque sus ojos estaban tan llenos de lágrimas que no le vio venir.(.)"

¿De qué obra está extraido el fragmento? ¿Quién es su autor?
Espero que disfrutéis releyéndolo.

domingo, diciembre 03, 2006

¡Cha chán! ¡A jugaaaaaar!

Un hombre está viendo la televisión. Es hora de las noticias. El locutor comienza con un accidente. Nuestro hombre empalidece. Sale de la habitación y sube las escaleras. Lo que ve confirma sus peores sospechas. Conecta algo, dándole al interruptor. Desmoralizado, vuelve a bajar las escaleras y coge el teléfono. ¿Oiga? Soy el responsable de la tragedia.

¿Qué vio nuestro hombre al subir las escaleras? ¿Qué conectó? ¿Qué clase de tragedia ocurrió? ¿Por qué se siente culpable?

He aquí el esperado concurso. Reglas: ninguna. Finalidad: diversión. Premio: autosatisfacción.
Se me ocurre que durante la semana podeis dar vuestras soluciones. Y la semana siguiente podeis votar lo que queráis: la solución más verosímil, la más imaginativa, la más graciosa, la más disparatada,... Tú decides.

Espero que disfrutes.

Y la solución era...

Lo prometido es deuda.
Primero veamos ¿quién es el culpable?

Pues el culpable es ... ¡efectivamente!, no hay un culpable o, mejor dicho, todos son culpables.
Lo importante era ordenarlos. ¿Que por qué? Porque resulta que es una especie de test de personalidad, en el cual la figura clave es el personaje que cada uno de nosotros haya puesto en último lugar.

Según el profesor que me contó la historia, el personaje a quien hemos asignado la menor culpa, es aquel con el que más nos identificamos. Y cada personaje tiene características positivas y negativas.

Repasemos pues los personajes:
Bridgitte: egoísta, hedonista, disfruta la vida, jovial, optimista, caprichosa, inmadura, infiel ...
Marido: adicto al trabajo, práctico, luchador, fiel, incapaz de mostrar sentimientos, ...
Alain: romántico, rencoroso, sensible, vengativo, sincero, fiel ...
Barquero: insolidario, burócrata, trabajador, responsable ...
Loco: inestable emocionalmente, genial, creativo, irreflexivo, ...

En fin, la lista de cualidades es discutible y ampliable.
En cuanto a la fiabilidad del supuesto test, tengo mis dudas pero ahí queda.
Finalmente, te doy las gracias por tu participación.
¡Ah! Para ser honesto, te diré que mi responsable máximo es el loco y el menos responsable, Alain.
Asbestos
Asbestos