La felicidad

Un gato viejo vio cómo un gatito trataba de pescarse la cola y le preguntó: ¿Por qué tratas de pescarte la cola de esa manera?
El gatito dijo: He aprendido que lo mejor para un gato es la felicidad y que la felicidad es mi cola. Y por eso la persigo y trato de pescármela; y cuando la pesque habré logrado la felicidad.
El gato viejo le dijo: Hijo mío, yo también le he prestado atención a los problemas del universo, yo también he pensado que mi cola era la felicidad. Pero, me he dado cuenta que cuando la persigo se me escapa y cuando voy haciendo lo que tengo que hacer, ella viene detrás de mí por dondequiera que yo vaya.

De "Tus zonas erróneas" de Wayne W. Dyer, libro que recomiendo fervientemente.

Libertad de expresión y las ofensas (continuación)

Me ha supuesto una gran satisfacción que en Francia se haya dictado sentencia ABSOLUTORIA para el medio que publicó las caricaturas de Mahoma. En dicha sentencia se reconoce que la libertad de expresión está por encima de susceptibilidades religiosas y que en todo caso los únicos que debieron sentirse ofendidos deberían haber sido los integristas y no todos los musulmanes.
Por otro lado, desde el punto de vista de los ofendidos no entiendo su modo de obrar. Tanto en el caso de los integristas islámicos como en el de la Iglesia católica en España, su denuncia pública en todos los medios de comunicación no hacen más que añadir publicidad gratuita a los supuestos ofensores blasfemos. ¿No sería mucho más inteligente ir de forma casi anónima la Juzgado de Guardia para presentar la oportuna denuncia y esperar al juicio sin dar ninguna publicidad al asunto?
Mi opinión es que los ofendidos utilizan la supuesta ofensa como mera excusa para enervar los ánimos entre sus propios seguidores buscando otros fines pólitico-religiosos (legitimos o no). ¿Tú encuentras otra explicación al extraño comportamiento de dar publicidad al ofensor para que su ofensa sea conocida por muchísimas más personas de las que nunca sonó?

¿Libertad de expresión u ofensas a la religión?

Que conste que siempre defenderé la libertad de expresión por encima de posibles ofensas a determinadas personas, religiones, pueblos, ideologías, etc
En el caso que nos ocupa hoy, se trata de imágenes pornográficas con Jesús y María como protagonistas. Ayer fueron caricaturas de Mahoma como si de un terrorista islámico se tratara.
Lo que más me fastidia es que muy poca gente mantiene la misma postura en uno y otro caso. Los progres cuando son ataques al Islam, consideran que hay que limitar la libertad de expresión para salvaguardar la convivencia de todas las religiones. Los conservadores en ese caso abogan por la supremacía de la libertad de expresión.
Pero he aquí, que cuando los ataques son a la Iglesia Católica, los conservadores se tornan progres y los progres, neocon.
¿Son los políticos tan influyentes como para conseguir que muchos de sus seguidores renuncien a tener una escala de valores y principios propios? ¿O somos borreguiles por naturaleza?

Malentendidos

Me ha costado. He pensado mucho sobre el asunto. He reescrito este comentario varias veces.
Al final, y resumiendo, lo que quiero decir es que esto de los blogs es algo muy muy curioso.
Te comunicas con personas que no conoces. Con personas de las que vas conociendo cosas que ellas mismas te cuentan, o aspectos de su personalidad que se evidencian en sus comentarios. Hay quienes para sincerarse se esconden detrás de pseudónimos. Otros que por dar su nombre real, son cautos y comedidos en sus opiniones.
Sin embargo, hagan lo que hagan y digan lo que digan, detrás de todo blog hay un ser humano y si algún comentario nos disgusta debemos hacerlo saber al que lo hizo, y pedir aclaraciones para no basar todo en un malentendido, porque mi querido lector, el lenguaje escrito no entiende de ironías, ni de miradas, ni de sonrisas, ...
En fin, ser consciente de ello y pensar dos veces lo que se escribe puede ser importante a la hora de conservar colegas y a menudo también amigos.
Un saludo.